
CÁNSATE DEL POSITIVISMO TÓXICO
BY: cead
El positivismo tóxico es un fenómeno que ha ganado fuerza en los últimos años, especialmente en la era de las redes sociales, donde la constante presión por “mantenerse positivo” puede llegar a ser abrumadora. Sin embargo, detrás de este enfoque aparentemente saludable se esconde un enemigo silencioso que impide a muchas personas avanzar en sus vidas, resolver sus problemas de raíz y alcanzar sus metas.
Este estado no es optimismo genuino ni resiliencia, aunque a menudo se camufla como tal. La verdadera resiliencia implica afrontar las dificultades, aprender de ellas y tomar acción, mientras que el positivismo tóxico se convierte en una excusa para evitar enfrentar las realidades incómodas. Es una actitud que, en lugar de facilitar el avance, paraliza y justifica la inacción.
¿Qué es el positivismo tóxico?
Es el exceso de optimismo superficial que ignora o niega las emociones incómodas y los desafíos que forman parte inevitable de la vida. Este fenómeno lleva a las personas a sentir que deben ser felices o estar bien en todo momento, sin importar las circunstancias. Frases como “todo pasa por algo” o “hay que ver el lado positivo” se convierten en respuestas automáticas a cualquier situación difícil, eliminando la posibilidad de procesar emociones incómodas, que también son válidas y necesarias.
¿Cuándo el positivismo se convierte en una trampa?
Cuando las personas comienzan a justificar su falta de acción o de cambios profundos con frases como “tarde o temprano cambiará la situación, si sigo pensando positivo, las cosas mejorarán solas”. Sin embargo, el verdadero cambio no ocurre por arte de magia, sino por una combinación de optimismo y acción concreta.
No se trata de no bendecir el proceso, de no aceptar que a veces atravesamos situaciones difíciles que nos moldean y nos enseñan. Pero el positivismo tóxico va más allá de esa aceptación saludable. Se convierte en una negación del dolor, y esa negación solo prolonga el sufrimiento al impedir que la persona tome decisiones difíciles o enfrente la realidad con honestidad.
¿Cómo afecta el positivismo tóxico a nuestras metas?
1. Evitar confrontar problemas reales.
2. Justificar la falta de progreso.
3. Negar emociones incómodas.
¿Cómo salir del ciclo del positivismo tóxico?
1. Aceptar las emociones incómodas.
2. Practicar el optimismo realista.
3. Tomar acción.
4. Buscar ayuda cuando sea necesario.
5. Buscar soluciones o reajustes que promuevan el crecimiento personal mientras se transita el proceso.
El positivismo tóxico, es un enemigo silencioso que bajo la apariencia de un enfoque saludable, nos mantiene atrapados en un ciclo de negación y pasividad. La vida es un equilibrio entre aceptar las dificultades y trabajar activamente para superarlas. No se trata de no ser positivos, pero recordar que una batería necesita del lado + y del lado – correctamente conectados para funcionar.


¿Quieres explorar éste tema? para asesorías puedes ponerte en “CONTACTO CONMIGO” en WhatsApp.