
BY: Vanessa Vera
Familia / Padres / Pareja
MAMÁ, YO PUEDO SOLA: EL ARTE DE SOLTAR EN COSAS PEQUEÑAS PARA FORMAR GRANDES PERSONAS
Durante años, cada vez que nos íbamos de viaje, yo era la que hacía las maletas. Bueno, las hacíamos juntas, pero honestamente, yo era quien dirigía cada paso: “vamos a meter esto, ahora esto otro, ¿no crees que necesitas tal cosa?”. Yo tenía el control.
Mis hijas tienen 15 y 9 años. Las he guiado amorosamente en cada detalle. Pero esta vez decidí hacer algo distinto.
Les conté el itinerario: a dónde vamos, cuántos días estaremos, qué clima nos espera. Luego les dije:
“Pongan sobre su cama la ropa que ustedes crean que necesitan llevar. Outfits, ropa interior, zapatos, todo. Ustedes piensen”.
¿El resultado?
La mayor lo hizo prácticamente perfecto. Solo ajustamos algunos detalles. La menor —como era de esperarse— necesitó más ayuda. Escogió cosas que sabía que habíamos comprado para el viaje, pero no logró completar la tarea. Y eso también está bien. Terminamos haciéndola juntas. Pero la semilla está sembrada.
Ese momento, que podría parecer cotidiano, me recordó algo profundo:
Enseñar es caminar al lado… pero educar es soltar de a poco
Cuando criamos, muchas veces caemos en la trampa de querer hacer todo por ellos: porque lo hacemos más rápido, mejor, con menos errores. Pero si no abrimos el espacio para que nuestros hijos ejerzan su propio criterio, nunca sabrán de lo que son capaces.
Darles oportunidad de pensar, de equivocarse, de volver a intentarlo, no solo les da autonomía, también les da autoestima. Les dice:
“Confío en ti”.
Y también es una oportunidad para nosotras como madres de aprender a soltar. De dejar de controlar. De ver cómo nuestros hijos están creciendo, cómo van desarrollando sus propios recursos. Y sí, también de descansar un poco. Porque educar no es cargar: es formar.
¿Qué pasaría si esta semana les dieras la oportunidad de tomar una decisión que tú siempre tomas?
Quizás preparar su uniforme del día siguiente. Elegir la merienda. Ordenar su mochila.
No se trata de retirarte, se trata de dar un paso al lado y observar. Ver en ellos el fruto de todo lo que ya les enseñaste.
Créeme: ahí empieza la verdadera independencia.
Y también el alivio del alma de una madre que aprende que no necesita hacerlo todo para seguir siendo imprescindible.
Si quieres aprender como hacerlo, te puedo acompañar en el proceso a través de mis asesorías para padres podemos construir rutinas familiares juntos e ir paso a paso a desarrollar en tus hijos la autonomía que necesitan para ser personas responsables.
Contáctenme!!!

Psicóloga


Un libro que te guía para formar hijos resilientes, seguros y con propósito.

BY: Vanessa Vera
Familia / Padres
COMO FORTALECER LA AUTOESTIMA EN TUS HIJOS SEGÚN SU EDAD
La autoestima no se hereda, se construye. Es una base emocional que se va moldeando desde los primeros meses de vida y evoluciona en cada etapa. Como padres, somos los primeros espejos donde nuestros hijos se miran. Lo que reflejamos con palabras, gestos y actitudes puede sembrar una voz interna de confianza… o de duda.
Te presento tips concretos por edades para fortalecer el amor propio de tus hijos, ayudarles a superar sus inseguridades y construir una identidad emocional sólida.
0 a 3 años: Amor que se siente en la piel
En esta etapa se forma la base de la seguridad emocional.
- Atiende su llanto con disponibilidad emocional.
- Háblale con suavidad y míralo a los ojos.
- Ponle nombre a sus emociones: “estás frustrado”, “te asustaste”.
- Evita la sobreestimulación: el vínculo es más importante que los logros.
Clave emocional: “Soy valioso porque me aman tal como soy.”
4 a 6 años: Yo soy, yo puedo, yo existo
Empiezan a afirmar su autonomía y buscar aprobación.
- Permítele elegir entre dos opciones.
- Celebra el esfuerzo más que el resultado.
- Evita etiquetas como “flojo” o “malo”.
- Déjalo resolver pequeños conflictos por sí mismo.
Clave emocional: “Puedo hacer cosas por mí mismo, y eso está bien.”
7 a 11 años: El mundo me devuelve un espejo
Su autoestima se empieza a comparar con su entorno.
- Ayúdale a descubrir sus talentos únicos.
- Refuérzale que su valor no depende de notas o premios.
- Comparte tus propios errores y aprendizajes.
- Nunca lo compares con sus hermanos ni con otros niños.
Clave emocional: “Soy capaz y tengo algo único que aportar.”
12 a 15 años: Identidad en construcción
Empieza a cuestionarse y a separarse emocionalmente.
- Escucha más de lo que hablas.
- Refuérzale que su valor no está en su apariencia.
- Invítalo a participar en decisiones familiares.
- Respeta su privacidad sin perder el vínculo.
Clave emocional: “Soy suficiente aunque esté cambiando.”
15 a 18 años: Crisis existenciales y búsqueda de sentido
Aquí es cuando muchos padres sienten que “ya no pueden hacer nada”. Pero justo aquí es donde tu presencia puede marcar una gran diferencia.
- Sé un faro: guía sin invadir, acompaña sin controlar.
- Valida su confusión: “Te entiendo, no tener todo claro también es parte del camino.”
- Comparte tus propias crisis adolescentes: eso los humaniza.
- Recuérdales que no tienen que tenerlo todo resuelto aún.
- Ayúdales a identificar sus valores, no solo sus metas.
Clave emocional: “Mi valor no depende de tener todas las respuestas, sino de seguir explorándome.”
Nunca es tarde para fortalecer la autoestima de un hijo. Lo que digas a los 17 puede sanar lo que no dijiste a los 7. Tu constancia emocional, tu escucha activa y tu capacidad de amar sin condiciones, son herramientas poderosísimas en su desarrollo.
Quieres ir más profundo?
Te recomiendo leer mi libro “Niños de Concreto”, donde te acompaño a comprender cómo desarrollar en tus hijos un carácter fuerte, seguro y emocionalmente equilibrado, sin gritos ni culpas.


Un libro que te guía para formar hijos resilientes, seguros y con propósito.
Necesitas acompañamiento más personalizado?
Ofrezco sesiones de coaching para padres, donde trabajamos tus dudas específicas y te doy herramientas claras para criar desde el amor, la consciencia y el equilibrio emocional.
Escríbeme directamente vía WhatsApp
Recuerda: criar no es controlar. Es acompañar a crecer. Y en ese camino, tú también puedes sanar.

BY: Vanessa Vera
Padres
PAPÁ TAMBIÉN SIENTE: LA PATERNIDAD EMOCIONAL QUE CAMBIA GENERACIONES
Durante mucho tiempo, a los hombres se les enseñó a ser fuertes, a no llorar, a no hablar de lo que les duele.
Y ser padre se convirtió en un rol funcional: el que provee, el que impone, el que resuelve. Pero pocas veces… el que siente.
Hoy sabemos que eso tiene un precio: generaciones de hijos con un vacío emocional difícil de nombrar.
Porque cuando papá no expresa lo que siente, los hijos no aprenden a hacerlo tampoco.
Porque cuando papá no está emocionalmente disponible, los niños aprenden que hay que esconder el dolor para sobrevivir.
Pero algo está cambiando.
Cada vez más hombres se están permitiendo habitar su vulnerabilidad.
No desde la debilidad, sino desde el coraje de mostrarse humano.
Papá también se cansa. También llora. También se frustra.
Y cuando se da el permiso de decirlo, de pedir ayuda, de abrazar su historia… algo en sus hijos se libera.
Aprenden que el amor no es perfección, sino presencia.
La paternidad emocional no es un ideal inalcanzable.
Es una práctica diaria:
Escuchar. Nombrar. Sentir. Pedir perdón. Acompañar sin resolver.
Es dejar de ser el héroe para ser humano.
Y eso, transforma generaciones.

¿Estás listo para cambiar la historia?
En mi libro Niños de Concreto acompaño ese proceso: el de mirar hacia adentro, reconocer la herida y transformar la forma en la que te vinculas. Porque ser un padre emocionalmente disponible empieza por reconocer que tú también necesitas ser sostenido.
Conócelo aquí:


Un libro que te guía para formar hijos resilientes, seguros y con propósito.

BY: Vanessa Vera
Familia / Padres
SER MEJOR PADRE SIN HABER TENIDO UNO: SANAR LA HERIDA PARA NO REPETIR EL PATRÓN
A veces, la herida más profunda no es la ausencia…
Es haber tenido un padre presente en cuerpo, pero ausente en alma.
O uno que estaba, pero dolía.
Muchos hombres que hoy son padres no tuvieron modelos sanos de paternidad. Algunos crecieron sin una figura paterna, otros con figuras duras, frías o inestables. Y cuando les toca criar, se enfrentan a un miedo silencioso:
¿Cómo ser algo que nunca vi? ¿Cómo no repetir lo que tanto me dolió?
La buena noticia es que ser padre no es una repetición automática.
No estás condenado a ser lo que viviste.
Ser padre también es una elección diaria.
Y esa elección comienza cuando dejas de mirar hacia atrás con rabia y comienzas a mirar con comprensión. No para justificar, sino para liberar. Para decir: “Lo que me faltó, hoy me lo doy… y desde ahí, se lo entrego a mis hijos.”
Ser mejor padre sin haber tenido uno no significa tener todas las respuestas.
Significa atreverte a sanar, a aprender, a pedir ayuda.
Significa no usar tu historia como excusa, sino como impulso.
Cada vez que eliges quedarte cuando quieres huir…
Cada vez que reconoces una emoción en lugar de callarla…
Cada vez que pides perdón y reparas…
Estás construyendo un nuevo legado. Uno que no se hereda desde el dolor, sino desde la consciencia.

¿Quieres seguir caminando hacia esa versión de ti que tus hijos merecen?
En Niños de Concreto te acompaño a explorar tu infancia, comprender tu carácter y transformar la historia que creíste que estabas destinado a repetir. Es un libro para quien quiere criar desde el amor, incluso si nunca lo recibió del todo.
Aquí puedes conseguirlo:


Un libro que te guía para formar hijos resilientes, seguros y con propósito.

BY: Vanessa Vera
Familia / Padres / Pareja
¿CÓMO PRESENTAR UNA NUEVA PAREJA A TUS HIJOS?
Presentar una nueva pareja a tus hijos es un desafío emocional que requiere tiempo, sensibilidad y mucho respeto. No se trata solo de ti y de lo que sientes por esa persona, sino también de cuidar el mundo interno de tus hijos, su estabilidad emocional y su necesidad de sentirse seguros.
Por eso, si estás en este momento de tu vida, quiero darte algunas claves fundamentales para transitar este proceso con responsabilidad y amor:
- No hay prisa
Antes de presentar a tu nueva pareja, asegúrate de que la relación sea lo suficientemente estable. Tus hijos ya están atravesando su propio duelo por la ruptura de tu relación anterior, y necesitan tiempo para adaptarse. Presentar a alguien que quizás no se quede puede generar confusión, dolor y desconfianza. - Habla primero con tus hijos
Antes de que conozcan a esa persona, conversa con ellos. Cuéntales lo que esa relación significa para ti y cómo te hace sentir. Y lo más importante: aclara que esa persona no viene a sustituir a su otro padre o madre. Darles claridad les ayuda a sentirse seguros. - Crea un primer encuentro casual y cómodo
El primer encuentro debe ser en un ambiente relajado y familiar para el niño. Un parque, una salida informal, algo donde el niño pueda interactuar sin presión. Este momento debe estar más adaptado a su mundo emocional que al de los adultos. No forzar, no imponer. - Escucha su opinión después del encuentro
Una vez que ocurra la presentación, conversa con ellos. Escucha cómo se sintieron, qué pensaron, si hubo incomodidad o agrado. Ayúdalos a ponerle palabras a lo que sienten, sin juzgarlos ni apresurarlos. Cada niño tiene su ritmo, y es importante respetarlo. - No los conviertas en mensajeros
Bajo ninguna circunstancia los utilices para comunicarte con tu ex pareja. Ellos no deben cargar con tensiones que no les pertenecen. Mantenerlos fuera del conflicto adulto es parte de proteger su salud emocional. - No los involucres en la inestabilidad
Si la nueva relación está pasando por altibajos, evita que tus hijos lo vivan contigo. Ellos no deben cumplir roles de apoyo emocional ni presenciar conflictos que les generen ansiedad o confusión. Tu vida de pareja es tu responsabilidad, no la de ellos.
Una nueva pareja puede ser una oportunidad bonita en tu vida, pero recuerda: antes de abrirle la puerta de tu hogar, asegúrate de abrir primero el corazón y la mente de tus hijos. Ellos no necesitan que acepten a tu pareja. Necesitan sentirse seguros contigo.



Un libro que te guía para formar hijos resilientes, seguros y con propósito.

BY: Vanessa Vera
Familia / Padres / Pareja
PADRES PRESENTES, PERO DESCONECTADOS: EL COSTO EMOCIONAL DE IGNORAR EL AMOR EN LA PAREJA


Un libro que te guía para formar hijos resilientes, seguros y con propósito.
Están en casa, cumplen sus roles, se esfuerzan, pero están emocionalmente distantes. Esta es una realidad silenciosa que vive muchas parejas. Y aunque no se note, los hijos sí lo sienten.
¿Qué pasa cuando el amor de pareja se descuida?
• Se instala el resentimiento.
• Se pierde el deseo de compartir.
• Se debilita el modelo de amor que los hijos internalizan.
No basta con estar. Hay que estar con intención emocional.
No basta con criar bien. Hay que amar bien también.
Ideas para reconectar:
• Mensajes inesperados durante el día.
• Escuchar sin juzgar ni interrumpir.
• Nombrar lo que admiras del otro.
El amor de pareja es el clima emocional del hogar. Si se enfría, todos lo sienten.


BY: Vanessa Vera
Crecimiento personal / Familia / Padres / Pareja
CUÁNDO LOS HIJOS SE VAN ¿QUÉ QUEDA?. LA IMPORTANCIA DE NO ABANDONAR EL VÍNCULO DE PAREJA



Durante años, muchas parejas se enfocan casi exclusivamente en criar a sus hijos. Pero llega el día en el que esos hijos se van y la pareja se queda mirándose sin saber quiénes son.
El vínculo de pareja no sobrevive solo con la rutina ni con la crianza. Necesita atención, presencia, detalles y, sobre todo, decisión.
Señales de alerta:
• Conversan solo de cosas prácticas o de los hijos.
• No recuerdan cuándo fue su última cita juntos.
• Se sienten más como “socios” que como pareja.
¿Qué puedes hacer hoy?
• Prográmense una cita a la semana, aunque sea en casa.
• Hablen de ustedes, no solo de los hijos.
• Recuerden qué los enamoró y busquen volver a eso.
“Los hijos se irán… el amor que cultiven será lo que los mantenga unidos.”


BY: Vanessa Vera
Familia / Padres / Uncategorized
SI INTENTAS SER MADRE Y PADRE…TE PERDERÁS!



Cuando una madre está criando sola escuchamos típicamente “Yo soy madre y padre a la vez” es una frase que muchas madres solteras repiten con orgullo.
Pero detrás de ella suele haber cansancio, sacrificio… y una presión que no es justa ni sostenible.
¿Cansada?
Puedes estar experimentando el peso silencioso de la culpa!
Muchas madres intentan compensar con más esfuerzo lo que no funcionó: una pareja que no estuvo, un padre ausente y desde esa culpa, se exigen demasiado, a veces, incluso, separan a sus hijos del padre con rabia, pero con el tiempo, muchos hijos necesitan acercarse a esa figura para integrar su historia.
Imagina por un momento que eres un MAPA
MAPA = MAmá + PApá.
Pero un mapa que quiere mostrarlo todo, confunde, tú no estás aquí para ser dos personas. Estás aquí para ejercer tu rol con amor, presencia y humanidad. Eso es lo que tu hijo realmente necesita.
¿Qué puedes hacer para liberarte?
• Reconoce que tu valor no depende de lo que otro hizo o dejó de hacer.
• No cargues con culpas eternas: el pasado no define tu presente.
• Acompaña la ausencia desde la verdad, sin disfrazarla ni exagerarla.
• Rodéate de apoyo y permite que tu hijo construya su propio camino.
• Recuerda: lo que el otro no hizo no habla de ti. Habla de él.
Eres madre y eso es suficiente.
Tu hijo no necesita perfección, te necesita presente, libre de culpa y conectada contigo. No eres madre y padre. Eres mamá. Y eso… es más que suficiente.

¿Te gustaría seguir trabajando en esto? Escríbeme al WHATSAPP, te acompaño con herramientas reales y sin juicios.

BY: Vanessa Vera
Amor propio / Crecimiento personal / Familia / Padres
¿TE SENTISTE IDENTIFICADA CÓMO MADRE CONTROLADORA? AQUÍ TIENES POR DONDE EMPEZAR!



Si el artículo pasado te removió, no estás sola. Muchas madres se identificaron con esos patrones y sintieron culpa o frustración. Pero la buena noticia es que puedes transformar ese control en conexión, si lo reconociste ese es el primer paso. Aquí van 3 pasos sencillos para empezar a cambiar el control por conexión:
1. Haz pausas antes de intervenir. Pregúntate: “¿Esto lo digo por miedo o por amor?” Tómate el tiempo antes de corregir para que en vez de reaccionar, acciones!
2. Permite pequeños errores. Tu hijo aprende más de sus tropiezos que de tus advertencias. Reconócelos frente a él frases como “me emocioné demasiado y no supe manejarme, no debí alzar el tono de voz te pido disculpas por ello” son frases que nos hacen vulnerables y demuestran a nuestros hijos la humanidad que nos acompaña, esto los enseña y pronto lo imitarán cuando fallen.
3. Practica el “acompañar sin dirigir”. Estar presente no es lo mismo que decidir por ellos. Confía en el ser persona de tu hijo, alimenta su esencia, ve paso a paso confiando en lo que le das!
Recuerda: Soltar el control no es abandonar, es confiar. Y confiar también es una forma de amar.

¿Te gustaría seguir trabajando en esto? Escríbeme al WHATSAPP, te acompaño con herramientas reales y sin juicios.

BY: Vanessa Vera
Familia / Padres
¿CÓMO LUCE UNA MADRE CONTROLADORA?



El control muchas veces se disfraza de amor. Algunas madres, con la intención de proteger, terminan limitando la autonomía emocional de sus hijos. Aquí te comparto 5 señales comunes de una madre controladora:
1. Todo debe hacerse a su manera. No acepta otras formas de pensar o actuar.
2. Dificultad para soltar el control. Supervisa y opina constantemente, incluso cuando los hijos ya son adultos.
3. Uso de la culpa. Frases como “Con todo lo que he hecho por ti…” son frecuentes.
4. Confunde amor con sobreprotección. Controlar no es amar: es miedo disfrazado.
5. Rechazo a la autonomía. Siente ansiedad cuando sus hijos toman decisiones propias.
Criar desde el control genera dependencia y desconexión emocional. Sanar este patrón comienza por reconocerlo.

¿Te identificas o conoces a alguien así?
Escríbeme por Whatsapp, puedo acompañarte en el proceso si esto está creando un malestar en tu vida.


