
BY: Vanessa Vera
Amor propio / Crecimiento personal / Familia / Uncategorized
CUANDO LA NAVIDAD Y LA DEPRESIÓN PARECEN DARSE LA MANO, DEPRESIÓN NAVIDEÑA
¿Sientes tristeza, enojo, desánimo, deseos de no estar presente?
La Depresión es un trastorno del estado de ánimo transitorio o permanente, como la misma palabra lo refleja es un momento de-presión, separarla así nos permite comprenderlo mejor y además reconocerlo.
¿Qué me está presionando?, por cotidianidad solemos llamar depresión a todo lo que nos acarrea tristeza o desánimo y el término no es precisamente tan superficial, “se necesita presentar cinco o más síntomas durante el mismo período de dos semanas y que estos representen un cambio del funcionamiento previo; al menos uno de los síntomas es estado de ánimo deprimido o pérdida de interés o placer”. (Según el DSM5)
La Depresión Navideña se ha vuelto un término comercial que suelen utilizar en estas fechas para referirse al estado de ánimo (sin llegar necesariamente al trastorno) en el que entran algunas personas por causa de la época, también conocido como Depresión blanca o blues de navidad.
¿Qué significa la palabra NAVIDAD?
La Navidad es “una festividad religiosa, dónde los cristianos con memoran el nacimiento de Jesús”, podemos notar tres palabras relevantes.
1 Festividad: Esto hace que sintamos la presión de estar alegres, de compartir, de tener que festejar con un espíritu de armonía, hermandad y sobre todo disposición, de tener que decorar todo. Esto puede resultar ser muy difícil cuando sentimos carencias, cuando nuestros ambientes familiares son desagradables, cuando aún no hemos conseguido esa pareja ideal, cuando no hemos logrado esa meta de tener el cuerpo perfecto y sentimos que ningún atuendo nos queda bien y por supuesto no hay fiesta sin regalo, entonces se suma la presión económica de tener que regalar para agradar, de no saber que comprarle al ser querido y enfrentarnos con la triste realidad de que ni siquiera conocemos a aquellos con los que convivimos y no menos importante, sentirnos o no apreciados si recibimos un regalo o somos ignorados, menospreciados u ofendidos.
2 Religiosa: Hablar religión es controversial, pero el término aunque en algunos casos ha trascendido más hacia la espiritualidad no deja de ser un patrón por el cual se definen las creencias que elegimos para sustentarnos en aquello que consideramos nos nutre y nos da poder para afrontar la vida de forma plena y amena, ahora bien, en la navidad cuestionar nuestras creencias lo mucho o lo poco que nos funcionan según los resultados obtenidos en todo el año es muy típico, ya que sentimos la presión del término de un libro de 365 páginas en el que seguramente en la página 1 escribimos con fervor muchas metas que ahora en nuestra contabilidad personal comienzan a reflejarse las fallas y esto nos deprime, cuestionamos, nos crea un sentimiento de fracaso, de tristeza, de desesperanza y desestimamos otras cosas que alcanzamos pero pasan al fondo por causa de la negatividad en la que estamos envueltos anímicamente.
Por otra parte, también chocan las estructuras y creencias de los seres que amamos si no están en la misma sintonía e incluso la puesta de un árbol, la creencia de Santa o los reyes magos, la celebración del espíritu de la navidad, todas estas tradiciones pueden generar discusiones y malos entendidos, lo que consciente o inconscientemente puede significar motivos para evitar dichas fechas o detestar que lleguen.
3 Nacimiento: El principal motivo de la navidad, de hecho, la palabra navidad procede del latín ‘nativita’, que significa nacimiento “nacer” significa “comienzo y a la vez término de una etapa”, sería imposible no asociarlo con una madre y esto podría hacer que nos cuestionemos o nos pongamos tristes o rabiosos por las relaciones parentales o las que lo han representado para nosotros en la vida, es muy probable que si no provienes de un hogar funcional en el que te sentías amado y no has logrado una evolución personal esta fecha para ti sea una tortura o un ciclo repetitivo que arrastras cada año y si hoy tienes una bonita familia quizás te saboteas el disfrutar de estas festividades por causa de este dolor, incluso muchos pueden seguir teniendo como tradición ir a casa de sus padres sin ánimo de hacerlo, sin que el sentimiento realmente nazca de ellos, pero “es lo moralmente aceptable debido a la fecha” y lo repiten año tras año sin ser conscientes de ello arrastrando el sentimiento de inconformidad y vacío emocional, sin darse el permiso a nuevas experiencias porque si deciden hacerlo los acompaña la culpa.
Podemos inferir que el ambiente es importante, pero nuestros pensamientos, expectativas y creencias los son más, si te sientes deprimido busca atención profesional, este trastorno puede venir por distintos motivos, pero si te ocurre recurrentemente en esta fecha, toma una acción diferente este año y atiéndelo La navidad puede ser vivida de diversas maneras y el cambio puede comenzar reconociendo tus creencias y teniendo la disposición de renovarlas o cambiarlas si no funcionan. ¡Da el paso!


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BY: Vanessa Vera
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PERSONAS ALTAMENTE SENSIBLES, ¿ERES UNA PERSONAS PAS?
Las Personas Altamente Sensibles (PAS) son individuos que presentan una sensibilidad especial hacia los estímulos del entorno y experimentan emociones de manera más profunda y compleja. Este concepto, estudiado ampliamente por la psicóloga Elaine Aron en los años 90, se estima que afecta aproximadamente al 15-20% de la población. Ser una persona PAS no es un diagnóstico ni un trastorno, sino una característica de personalidad que influye en la forma en que se percibe y responde al mundo.
La psiquiatra Marian Rojas Estapé ha explorado cómo esta sensibilidad, al no ser bien gestionada, puede desencadenar altos niveles de estrés y ansiedad. Según Rojas Estapé, el desafío para las personas PAS es aprender a manejar sus emociones intensas y encontrar un equilibrio que les permita vivir plenamente, sin sentirse constantemente abrumadas. Este rasgo puede tener un impacto significativo en sus relaciones y en la forma en que interactúan en ambientes laborales y sociales.
Características de las Personas Altamente Sensibles (PAS)
Elaine Aron identifica cuatro características esenciales en las personas PAS que nos ayudan a entender mejor este rasgo:
- Profundidad de procesamiento
Tienden a reflexionar profundamente sobre sus experiencias. Analizan y procesan cada estímulo, lo que les permite alcanzar un nivel de introspección y autoconocimiento mayor que el de la mayoría, pero también puede llevarles a pensar en exceso y a sentirse saturadas. - Sobreactivación o sobreestimulación
Dado que procesan muchos estímulos de una sola vez, pueden experimentar un estado de sobrecarga en ambientes ruidosos o muy intensos, como una fiesta o una reunión concurrida. Es común que se sientan agotadas rápidamente en situaciones con demasiada información sensorial. - Reactividad emocional y empatía
Las personas PAS tienen una gran capacidad para conectar emocionalmente con los demás. No solo sienten sus propias emociones de manera intensa, sino que también son capaces de empatizar profundamente con las emociones de quienes los rodean, lo que les convierte en personas comprensivas y compasivas. - Sensibilidad a sutilezas
Su percepción aguda les permite captar detalles y sutilezas que otras personas no perciben. Esto se traduce en una apreciación especial por el arte, la naturaleza, la música y otros aspectos enriquecedores del entorno, aunque también puede hacer que perciban amenazas o estímulos negativos con mayor intensidad.
¿Eres una Persona Altamente Sensible? Encuesta de autodiagnóstico
Para saber si posees rasgos de alta sensibilidad, responde las siguientes preguntas:
- ¿Tiendes a reflexionar profundamente sobre tus experiencias y tus emociones?
- ¿Te sientes fácilmente abrumado/a por la cantidad de estímulos en ambientes concurridos?
- ¿Eres una persona muy empática y te afectan los estados emocionales de quienes te rodean?
- ¿Notas detalles y cambios sutiles en tu entorno que otros suelen pasar por alto?
Si respondiste afirmativamente a la mayoría de estas preguntas, podrías identificarte como una Persona Altamente Sensible. Aunque no es un diagnóstico definitivo, puede darte una indicación sobre tu nivel de sensibilidad y ayudarte a entenderte mejor.
Recomendaciones para las Personas Altamente Sensibles
Marian Rojas Estapé y otros especialistas en el tema han compartido estrategias que pueden ser de gran ayuda para que las personas PAS gestionen su sensibilidad de manera positiva y saludable:
Practicar mindfulness o atención plena
Establecer límites saludables
Evitar ambientes abrumadores
Buscar el apoyo de una red social de confianza
Literatura recomendada para profundizar en el concepto
Para quienes deseen ahondar en el tema de las personas altamente sensibles, estos libros ofrecen una perspectiva enriquecedora:
- “El don de la sensibilidad” de Elaine Aron: Este es el libro clásico sobre alta sensibilidad y resulta imprescindible para entender a fondo el concepto y las experiencias de las personas PAS.
- “El arte de la sensibilidad” de Ilse Sand: Una obra que explora cómo vivir plenamente como una persona altamente sensible, brindando consejos para la autoaceptación y la autoestima.
Reconocer y comprender la alta sensibilidad puede ayudar a las personas PAS a aprovechar sus habilidades, como la empatía y la profundidad emocional, y a gestionar mejor las dificultades que puedan enfrentar. La alta sensibilidad, bien entendida, puede convertirse en una cualidad que enriquece la vida de quienes la poseen y de quienes los rodean.


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BY: Vanessa Vera
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CUANDO CREES QUE EL AMOR DEL OTRO ES EL QUE TE SANA
El amor es una de las experiencias más intensas y transformadoras que podemos vivir, pero también es un territorio en el que pueden surgir confusiones y proyecciones. Muchas personas creen que el amor de otra persona puede curar sus heridas emocionales, incluso ven imposible el poder estar un tiempo solas, para llenar sus vacíos o resolver problemas profundos de su pasado lo primero que hacen es buscar estar en una relación. Esta expectativa puede llevar a la dependencia emocional, a relaciones insanas y a un proceso de duelo prolongado cuando el amor no resulta ser lo que se esperaba. Y se vuelve a veces muy difícil salir de estos ciclos.
Sanar desde adentro
Cuando una relación termina o cuando las expectativas de amor se desmoronan, el duelo es un proceso fundamental para sanar. Conocerse a uno mismo y experimentar la soledad no será tarea sencilla, pero ayudará a la expansión de la consciencia. Pasar por el duelo es reconocer el valor de la experiencia y aprender de ella para avanzar en medio de la nostalgia o la idealización.
¿Qué pasa cuando el amor se convierte en necesidad?
La dependencia emocional ocurre cuando necesitamos de otra persona para sentirnos valiosos, completos o seguros. Creer que el amor de otra persona puede sanar nuestras heridas nos coloca en una posición vulnerable, porque desplazamos la responsabilidad de nuestro bienestar en el otro, en lugar de asumirla nosotros mismos. Este tipo de dependencia suele surgir en personas que no han cultivado un amor propio sólido o que han atravesado experiencias de abandono o rechazo no resueltas en su pasado.
La dependencia emocional puede llevar a comportamientos obsesivos, como el miedo intenso a la soledad, el deseo constante de aprobación y la disposición a sacrificar nuestras necesidades y deseos para complacer a la otra persona. En última instancia, esto termina desgastando la relación y puede derivar en una relación tóxica, donde el amor se confunde con posesión y control. Siempre será muy difícil para la otra persona ser pareja de un dependiente emocional, porque sentirán sobre ellos la responsabilidad de hacer feliz a la otra persona.
Algunas señales de alerta
Si estás entrando en un ciclo en que que estás comenzando a creer que el amor de otra persona es el que te sana, estas son algunas señales que puedes tomar en cuenta:
- Falta de autonomía
Si sientes que necesitas la aprobación constante de tu pareja para tomar decisiones, o si has dejado de lado tus hobbies, amistades o actividades por miedo a perder su afecto. - Miedo a la soledad
Sentir pánico ante la posibilidad de estar solo/a puede ser un signo de que la relación se ha convertido en una vía de escape para evitar el vacío emocional. La relación se vuelve una “solución” a una inseguridad interna que no se está trabajando. - Idealización excesiva
Colocar a la pareja en un pedestal o creer que sin esa persona no eres “nadie”. - Sacrificio personal constante
Renunciar a tus deseos, valores o proyectos por temor a que la otra persona te abandone o para evitar conflictos es otra bandera roja. - Control y manipulación emocional
Si alguna de las partes usa el chantaje emocional para obtener lo que desea o genera culpa en el otro, esto no es amor.
¿Cómo cultivar el amor propio y la independencia emocional?
El camino hacia relaciones sanas comienza con el amor propio y la autovaloración. Practica lo siguiente:
- Reconectar contigo mismo/a
Dedica tiempo a conocerte, a descubrir tus gustos, tus metas y tus pasiones. - Fortalecer el autocuidado emocional
Practica la autocompasión y el autocuidado. - Establecer límites claros
No temas decir “no” o expresar tus opiniones y deseos. - Aceptar la impermanencia
No todas las relaciones son eternas, y no todas están destinadas a sanar nuestras heridas.
Recordemos que el amor es una experiencia maravillosa cuando surge desde la libertad y la autenticidad. No se trata de buscar en el otro la solución a nuestros vacíos, sino de compartir nuestro bienestar y felicidad con alguien que también está en paz consigo mismo.


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BY: Vanessa Vera
Familia / Padres / Pareja
¿QUÉ HACE DISFUNCIONAL A UNA FAMILIA?, TE DIGO
Cuando pensamos en una familia disfuncional, a menudo imaginamos un hogar en el que falta uno de sus miembros, como un padre o una madre, o una familia que enfrenta situaciones extremas de conflicto. Sin embargo, una familia disfuncional no se define por la cantidad de integrantes, sino por la calidad de las relaciones y la dinámica emocional entre ellos. Una familia con todos sus miembros presentes puede, de hecho, ser altamente disfuncional si las interacciones en el hogar no son saludables.
Las familias disfuncionales se caracterizan por patrones de comportamiento negativos y dañinos que afectan el desarrollo emocional y psicológico de sus miembros, especialmente de los niños. Algunas señales de una familia disfuncional incluyen:
- Falta de comunicación efectiva
- Roles familiares rígidos o confusos
- Control y manipulación
- Ausencia de apoyo emocional
- Conflictos frecuentes y desbordados
- Negación de problemas
Consecuencias de crecer en una familia disfuncional
Los niños que crecen en familias disfuncionales enfrentan una serie de retos emocionales y psicológicos que pueden afectarles a largo plazo. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:
- Baja autoestima y falta de confianza
- Dificultades en las relaciones personales y de pareja futuras
- Problemas de regulación emocional
- Patrones repetitivos de comportamiento, repetición de conductas
- Falta de autovaloración y límites personales
Es importante reconocer que una familia disfuncional no está condenada a serlo para siempre. Los adultos que crecieron en estos entornos pueden trabajar en su sanación a través de la autoexploración y muchas veces, de la terapia. Y siendo personas provenientes de familias disfuncionales la toma de conciencia sobre estos patrones es el primer paso para romper el ciclo y aprender nuevas formas de relacionarse y cuidar las futuras relaciones.
Crecer en una familia disfuncional tiene consecuencias significativas en la vida de un niño, pero entender y abordar el problema puede cambiar el curso de su historia y evitar que repitan los mismos patrones en su futuro.


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BY: Vanessa Vera
Amor propio / Crecimiento personal
¿POR QUÉ ALGUNAS DIFICULTADES SE REPITEN EN NUESTRAS VIDAS?
Muchas veces creemos que cuando una situación difícil se repite, es porque no hemos aprendido una lección. Pero, ¿y si no siempre es así? ¿Y si en realidad estas situaciones regresan para probar aquello que ya hemos aprendido? A veces, las pruebas que se presentan no son recordatorios de lo que aún debemos cambiar, sino oportunidades para demostrar cuánto hemos madurado y hasta dónde hemos llegado.
Las teorías psicológicas del desarrollo personal explican que enfrentarnos nuevamente a las mismas dificultades puede ayudarnos a consolidar los cambios internos que ya hemos hecho. Cada nueva oportunidad para actuar de forma distinta refleja nuestro carácter renovado y el poder de nuestra resiliencia.
Se necesita un gran carácter para marcar la diferencia , tener un carácter fuerte no es gritar o defendernos violentamente. Al contrario de lo que muchos piensan, tener un carácter fuerte significa mantener la calma, saber responder en lugar de reaccionar, y resolver las situaciones difíciles sin perder el control, saber marcar límites saludables y hacer escuchar nuestra voz para exigir respeto.
Este mensaje es para quienes sienten que la vida los enfrenta nuevamente a un mismo desafío. No pienses que la situación vuelve porque lo estás haciendo mal, míralo como la oportunidad de actuar de forma distinta, con una actitud renovada.
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BY: cead
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CÁNSATE DEL POSITIVISMO TÓXICO
El positivismo tóxico es un fenómeno que ha ganado fuerza en los últimos años, especialmente en la era de las redes sociales, donde la constante presión por “mantenerse positivo” puede llegar a ser abrumadora. Sin embargo, detrás de este enfoque aparentemente saludable se esconde un enemigo silencioso que impide a muchas personas avanzar en sus vidas, resolver sus problemas de raíz y alcanzar sus metas.
Este estado no es optimismo genuino ni resiliencia, aunque a menudo se camufla como tal. La verdadera resiliencia implica afrontar las dificultades, aprender de ellas y tomar acción, mientras que el positivismo tóxico se convierte en una excusa para evitar enfrentar las realidades incómodas. Es una actitud que, en lugar de facilitar el avance, paraliza y justifica la inacción.
¿Qué es el positivismo tóxico?
Es el exceso de optimismo superficial que ignora o niega las emociones incómodas y los desafíos que forman parte inevitable de la vida. Este fenómeno lleva a las personas a sentir que deben ser felices o estar bien en todo momento, sin importar las circunstancias. Frases como “todo pasa por algo” o “hay que ver el lado positivo” se convierten en respuestas automáticas a cualquier situación difícil, eliminando la posibilidad de procesar emociones incómodas, que también son válidas y necesarias.
¿Cuándo el positivismo se convierte en una trampa?
Cuando las personas comienzan a justificar su falta de acción o de cambios profundos con frases como “tarde o temprano cambiará la situación, si sigo pensando positivo, las cosas mejorarán solas”. Sin embargo, el verdadero cambio no ocurre por arte de magia, sino por una combinación de optimismo y acción concreta.
No se trata de no bendecir el proceso, de no aceptar que a veces atravesamos situaciones difíciles que nos moldean y nos enseñan. Pero el positivismo tóxico va más allá de esa aceptación saludable. Se convierte en una negación del dolor, y esa negación solo prolonga el sufrimiento al impedir que la persona tome decisiones difíciles o enfrente la realidad con honestidad.
¿Cómo afecta el positivismo tóxico a nuestras metas?
1. Evitar confrontar problemas reales.
2. Justificar la falta de progreso.
3. Negar emociones incómodas.
¿Cómo salir del ciclo del positivismo tóxico?
1. Aceptar las emociones incómodas.
2. Practicar el optimismo realista.
3. Tomar acción.
4. Buscar ayuda cuando sea necesario.
5. Buscar soluciones o reajustes que promuevan el crecimiento personal mientras se transita el proceso.
El positivismo tóxico, es un enemigo silencioso que bajo la apariencia de un enfoque saludable, nos mantiene atrapados en un ciclo de negación y pasividad. La vida es un equilibrio entre aceptar las dificultades y trabajar activamente para superarlas. No se trata de no ser positivos, pero recordar que una batería necesita del lado + y del lado – correctamente conectados para funcionar.


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BY: Vanessa Vera
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LOS HURACANES Y LAS EMOCIONES: DOS FUERZAS NECESARIAS PARA EL EQUILIBRIO NATURAL Y HUMANO
Cuando pensamos en huracanes, lo primero que nos viene a la mente es su poder devastador: inmensos vientos que arrasan todo a su paso, lluvias torrenciales y la destrucción que pueden dejar en su camino. Sin embargo, a pesar de su destructiva fuerza, los huracanes juegan un papel crucial en el equilibrio del planeta. De manera similar, las emociones intensas en los seres humanos pueden parecer abrumadoras o destructivas, pero también son fundamentales para nuestro bienestar emocional. Así como los huracanes cumplen una función vital en la naturaleza, nuestras emociones, incluso las más difíciles, también son esenciales para nuestro equilibrio interno.
La función del huracán en la naturaleza
Los huracanes, conocidos también como ciclones o tifones en diferentes partes del mundo, son fenómenos naturales que se originan en los océanos tropicales. Aunque su fuerza puede ser catastrófica, estos sistemas masivos de tormentas cumplen un propósito en el ciclo natural de la Tierra. Los huracanes redistribuyen el calor desde las zonas tropicales hacia las latitudes más altas, lo que ayuda a equilibrar el clima global. También aportan grandes cantidades de lluvia, que, aunque puede causar inundaciones, es esencial para los ecosistemas que dependen de estos ciclos de agua.
Al igual que los huracanes, nuestras emociones intensas son mecanismos que nos ayudan a adaptarnos y evolucionar emocionalmente. La tristeza, la ira o el miedo, aunque difíciles de sobrellevar, tienen un propósito en nuestra vida emocional: nos permiten procesar experiencias dolorosas, establecer límites o protegernos de situaciones peligrosas.
Huracán vs emociones
Las emociones fuertes en los seres humanos son como huracanes internos. A veces sentimos que nos golpean con una intensidad arrolladora, como si todo a nuestro alrededor estuviera fuera de control. Sin embargo, esas emociones son esenciales para regular nuestro bienestar emocional. Nos ayudan a liberar tensiones acumuladas, a procesar traumas o a tomar decisiones importantes cuando se manejan adecuadamente.
Así como los huracanes regulan el clima de la tierra, las emociones intensas regulan nuestro estado mental y emocional. Reprimirlas o ignorarlas puede generar aún más caos, igual que una tormenta que se intensifica si no se toma en cuenta su amenaza. En cambio, cuando aceptamos nuestras emociones y aprendemos a manejarlas de manera consciente, podemos salir más fuertes y equilibrados, al igual que la naturaleza después de un huracán.
Preparación es la clave
Una de las enseñanzas más importantes que nos dejan los huracanes es la necesidad de preparación. Las personas que viven en áreas propensas a huracanes saben que la preparación adecuada puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Prepararse significa tener un plan, refugios, suministros de emergencia y mantenerse informados sobre la evolución del huracán.
En el ámbito emocional, la preparación es igualmente crucial. Saber cómo gestionar nuestras emociones, conocer nuestras reacciones ante situaciones estresantes y contar con herramientas de autorregulación son formas de “prepararnos” para los huracanes emocionales que inevitablemente enfrentamos en la vida. Al desarrollar habilidades emocionales, como la inteligencia emocional o la resiliencia, podemos enfrentar momentos difíciles sin ser arrasados por ellos.
¡Después del caos!
Después de que un huracán toca tierra y pasa la tormenta, queda el arduo proceso de reconstrucción. Las comunidades afectadas deben reorganizarse, reparar daños y, en muchos casos, comenzar de nuevo. Este proceso de reconstrucción puede ser largo y desafiante, pero también ofrece una oportunidad de crecimiento y renovación. Algunas ciudades implementan mejoras en sus infraestructuras para estar mejor preparadas para futuras tormentas, mientras que las personas a menudo descubren una resiliencia y fortaleza internas que no sabían que tenían.
De manera similar, cuando atravesamos una crisis emocional, el proceso de reconstrucción puede ser doloroso, pero es una oportunidad para sanarnos, aprender y crecer. Tras el caos emocional, podemos elegir reconstruirnos con más fortaleza, conciencia y sabiduría. Aunque el huracán emocional puede destruir partes de nuestra vida, también nos da la oportunidad de construir algo más sólido y mejor preparado para futuras tormentas.
Así como los huracanes son necesarios para el equilibrio climático de la Tierra, nuestras emociones, incluso las más intensas, son cruciales para nuestro bienestar emocional. Aunque ambos pueden parecer caóticos y destructivos en su forma más cruda, detrás de ellos hay un propósito esencial: el equilibrio y la renovación.
En lugar de temer o evitar las emociones intensas, es vital aprender a comprenderlas y gestionarlas de manera adecuada. Al hacerlo, no solo nos preparamos mejor para enfrentar las tormentas emocionales que inevitablemente surgen en la vida, sino que también salimos más fuertes y resilientes. Tal como la naturaleza se renueva después de un huracán, nosotros también podemos renovarnos tras una crisis emocional, encontrando un nuevo equilibrio y un mayor sentido de paz.
“Huracán y emociones intensas son inevitables para el proceso de equilibrio natural”


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BY: Vanessa Vera
Amor propio / Crecimiento personal / Familia / Padres
¿POR QUÉ TE ESTRESAS SI DEBERÍAS ESTAR FELIZ? ESTRÉS VS. MOMENTOS DE FELICIDAD
Este fin de semana tuve la oportunidad de vivir uno de los momentos más significativos en la vida de mi familia: los 15 años de mi hija mayor. Este evento fue motivo de mucha felicidad, pero también me hizo reflexionar sobre un fenómeno que muchas personas experimentan y pocas entienden: ¿es posible sentir estrés y ansiedad incluso en los momentos más felices de nuestras vidas?
La respuesta, desde un enfoque psicológico, es SI. A continuación, exploraremos cómo y por qué esto ocurre, y cómo estas dos respuestas emocionales logran un equilibrio dentro del ser humano siendo aparentemente opuestas.
El estrés es una respuesta natural de nuestro cuerpo ante situaciones que percibimos como desafiantes o abrumadoras, ya sea en eventos negativos o positivos. En psicología, el estrés no siempre está vinculado con emociones negativas. Incluso los eventos positivos, como una boda, el nacimiento de un hijo, o en mi caso, la celebración de los 15 años de mi hija, pueden desencadenar estrés.
Esto ocurre porque la preparación y planificación de eventos importantes implican muchas responsabilidades: la organización de cada detalle, las expectativas que queremos cumplir, la presión de que será irrepetible y el temor de que algo no salga según lo planeado.
Mi experiencia personal: entre la felicidad y el estrés
En el caso de los 15 años de mi hija, la felicidad por ver cómo llegaba este momento tan especial fue enorme. Sin embargo, a medida que el evento se acercaba, me encontré experimentando niveles inesperados de estrés, insomnio pensando en los detalles, llanto desmedido por cada detalle emotivo, etc. Quería que todo saliera según lo planeado, desde la decoración hasta los invitados. Fue un proceso de varios días de preparación y aunque me mentalicé para no estresarme “si me estresé y fue notable jajaja” tuve que fluir con imprevistos de último momento que escapaban de mis manos incluso cuando ya íbamos camino al evento note que no me había puesto mis zarcillos y nos devolvimos a buscarlos.
Las personas a nuestro alrededor están disponibles para apoyarnos incondicionalmente y siempre salta la pregunta ¿Por qué te estresas si deberías estar feliz?, pero el estrés sucederá muy a pesar de nuestra preparación intelectual, mental o emocional, porque es necesariamente humano para salir adelante y obtener afrontar el desafío.
Teoría del estrés positivo: Eustrés vs. Distrés
Es aquí donde entra en juego la distinción psicológica entre dos tipos de estrés: eustrés y distrés.
- El eustrés es el tipo de estrés que nos motiva y nos ayuda a afrontar desafíos de manera constructiva. Nos mantiene enfocados, nos impulsa a organizar y gestionar eventos importantes. Este tipo de estrés puede sentirse en momentos felices, como fue mi caso durante los preparativos.
- El distrés, por otro lado, es el estrés que se percibe como abrumador y negativo, y nos agota emocional y físicamente.
Puntos que considero importantes tomar en cuenta en estas situaciones:
- Planificación anticipada: Delegar tareas y evitar dejar todo para el último minuto puede reducir significativamente la presión.
- Aceptar la imperfección: Nada es completamente perfecto, y aceptar esto puede liberar mucho de la ansiedad que sentimos cuando las cosas no salen como planeamos.
- Practicar la autocompasión: Ser amable contigo mismo/a y reconocer tus emociones, sean positivas o negativas, ayuda a reducir el impacto del estrés.
- Tomarse momentos para disfrutar: Durante el evento, haz pausas conscientes para detenerte y disfrutar el momento, tomarte las esperadas fotos, empatizar con tus invitados, agradecerles estar allí para ti, no preocuparte por compartir el momento en redes sociales al instante, vivir el tiempo presente con todos sus matices.
Es normal sentir estrés, y también es normal que no todos lo entiendan, incluso en momentos que deberíamos notarnos profundamente felices, estar estresados no quiere decir que no estemos experimentando también felicidad. Lo importante es reconocernos y entender la vulnerabilidad del momento. Los 15 años de mi hija fueron una experiencia inolvidable, no solo por la felicidad que sentí, sino también porque me permitieron reflexionar sobre la importancia de la autogestión emocional en estos eventos y como siempre deseo compartírtelo par que sigamos evolucionando juntos en este contacto emocional, porque reconocerlo nos hace más humanos.


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BY: Vanessa Vera
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EL IMPACTO DE UNA BUENA CRIANZA EN LA ESTABILIDAD DE LA PAREJA
Podríamos pensar que como pareja necesitamos estar siempre unidos para enfrentar desafíos, pero es propio pensar que los desafíos pueden reducirse en gran manera si hacemos un buen trabajo con nuestros hijos, he visto hogares desmoronarse por el stress que les causa el comportamiento de sus hijos, padres que esperan la hora en sus hijos se duerman para llegar a casa porque no soportan el caos, madres que desearían un día lejos de su hogar porque significaría su único día de paz.
Entonces, definitivamente crear hábitos en nuestros hijos, fomentar dinámicas saludables para todos los miembros de la familia es sumamente necesario para que la pareja disfrute de una estabilidad emocional y no sea un agente estresor para la relación.
Para evitar esto es necesario trabajar como un buen equipo en los siguientes aspectos:
- Como padres estar en la constante búsqueda del crecimiento personal, ya que solo trabajando en nuestro propio ser es que lograremos acompañar mejor a nuestros hijos.
- Crear, apoyar y participar en rutinas saludables que se vuelvan hábitos que inicialmente los niños sigan con nuestro acompañamiento y posteriormente lo hagan parte de su rutina diaria.
- Buscar acuerdos en cuanto a los estilos de crianza y no competir como el policía bueno o el policía malo respecto a la relación con nuestros hijos.
- Comunicarnos en todo momento respecto a lo que nos incomoda respecto a la formación de nuestros hijos.
- Evitar involucrar a terceros en la educación de nuestros hijos (abuelos, tíos, hermanos mayores) pueden representar un apoyo, pero no deben ser los responsables principales de la formación de nuestros hijos.
- Acordar valores bases para enseñar a los niños y estar de acuerdo en ello, los niños necesitan una base aunque cuando crezcan tomen sus propias decisiones.
- Buscar mentores guía a quien se le puedan consultar detalles importantes cuando se tenga duda.
Estas sugerencias son algunas acciones necesarias que permitirán aliviar el stress que trae consigo la formación de los hijos y además nos unirá como pareja ya que haremos un equipo fundamental en pro del bienestar de la familia y en consecuencia nos proporcionará un ambiente de paz en el hogar, convirtiéndolo en un lugar seguro al que todos queramos llegar. Si no tienes ni idea de como lograrlo, solicita mi asesoría para padres, puedo ayudarte a crear un sistema que funcione para establecer la armonía en tu hogar.


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BY: Vanessa Vera
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¿TE FUNCIONAN TUS CREENCIAS?
Todos los seres humanos necesitamos creer en algo, ya sea en una religión, un ideal, una filosofía de vida, o incluso en la falta de creencias, lo que creemos pareciera proveernos un poder para lograr algo anhelado, que no necesariamente alcanzamos, pero que nos mantiene en la esperanza de la posibilidad, las creencias pueden actuar como un motor que impulsa a las personas hacia sus metas, manteniendo viva la esperanza de alcanzar algo anhelado.
Mantener la creencia nos proporciona una sensación de estar enfocado en nuestro propósito y de tener una dirección en la vida, lo que nos produce un poder interior para superar casi cualquier desafío cuando instauramos la creencia, definitivamente lo que hace perdurar esta sensación en el tiempo es la necesidad de control, de que estamos al mando de nuestro destino.
Existe un desarrollo en la creencia, son fases por las que vamos pasando, la forma como miramos y manejamos el proceso depende de alcanzar o no el éxito.
Pero que pasa, cuando creemos y creemos y nada sucede, surge la desilusión, la frustración e incluso la desesperanza, en este punto hay que evaluar nuestro nivel de flexibilidad y lo que no es nada fácil y casi nadie logra procesar es que necesitamos cuestionar nuestras creencias, ya que si definitivamente no están dando resultados, a lo mejor es necesario cambiarlas, porque muchas veces existe una idealización tan elevada que es perjudicial, cosas que están fuera de nuestro alcance y hay una línea muy delgada respecto a la fe en esto, se requiere de mucho trabajo personal y consciencia para manejarlo, estar dentro de un estándar de rigidez es perjudicial, nadie tiene la verdad absoluta y créelo sólo nos cierra las puertas para aprender y crecer personalmente.
Deseo dejarte dos sugerencias que considero importante a la hora de que te esta costando demasiado alcanzar una meta, debido a la creencia que tienes:
- Chequea el balance entre creer y cambiar, es importante encontrar un equilibrio entre mantener la fe en nuestras creencias y estar abiertos al cambio cuando sea necesario.
- Invitación a la introspección: Cuestiona si tus creencias te están funcionando, muchas veces nuestras creencias van en contra de nuestros valores personales y esto crea una gran incongruencia para lograrlo y considerar la posibilidad de modificarlas, sobre todo si estos está afectando tu bienestar y salud mental.
Nuestra creencias a veces nisiquiera las elegimos nosotros, muchas las aprendimos en la infancia, las inyectaron en nosotros y no hemos tenido el tiempo de digerirlas, es absurdo pensar que pueden ser funcionales si nos mantienen infelices. Desafiar tus creencias puede parecer un salto al vacío, pero nada será peor que tener que bregar a diario con la frustración de no sentirte realizado.


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